Generación Net

La Generación Net es aquella generación que ha nacido con todos los elementos y aparatos tecnológicos que sirven para cubrir sus necesidades,tales como estudiar,trabajar o algo tan simple como el divertirse.

Aquella para la que la conexión a Internet es algo habitual, algo sin lo cual es difícil imaginarse el día a día.

Este blog esta especialmente dedicado a la generación net y a la relación que existe directamente entre el aprendizaje- profesores y estos.

martes, 30 de noviembre de 2010

Motivación

Tradicionalmente, la psicología de la motivación ha tenido como objeto de estudio explicar cómo y por qué se inicia una conducta o por qué se produce un cambio de actividad. El concepto de motivación se ha empleado genéricamente para:

•  Describir la energía que activa a un organismo para iniciar y dirigir su conducta (activación).
•  Explicar las diferencias en la intensidad de la conducta (vigor y persistencia).
•  Explicar la dirección de la conducta (direccionalidad).

Explicar cada uno de estos aspectos ha originado diferentes conceptos referidos a una serie de principios explicativos (necesidad, pulsión, activación, homeostasis, metas, planes, intenciones, etc.). De hecho existe una falta de integración en esta serie de principios explicativos debido a que las diversas aproximaciones han establecido diferentes modelos conceptuales en función de los principios de los que parten para confirmar los postulados que mantienen. Por lo que establecer una definición de motivación no ha sido ni es una tarea fácil. En un trabajo realizado por Kleinginna y Kleinginna (1981) presentaron más de 100 definiciones de motivación diferentes enfatizando en algún aspecto de la motivación como la activación, la persistencia o la direccionalidad de la conducta. Los autores agruparon todas las definiciones en nueve categorías, las cuales se muestran en la siguiente tabla:



Categoría fenomenológica
Este tipo de definiciones enfatiza en la importancia de los mecanismos internos y subjetivos de la motivación. Están relacionadas, además, con conceptos como la necesidad, el deseo, la volición y la elección.
Categoría fisiológica
Esta categoría incluye definiciones que marcan la importancia de los mecanismos internos de la motivación, concretamente en los procesos fisiológicos responsables de las necesidades físicas, sobre todo de la activación del sistema nervioso.
Categoría energética
Estas definiciones ponen de relieve la importancia que tienen los procesos de activación como facilitador del comportamiento y su responsabilidad en la intensidad del mismo.
Categoría direccional/funcional
Enfatiza el papel de la motivación en la dirección que toma el comportamiento hacia metas, así como de la capacidad de la persona para seleccionar y guiar la acción de su conducta, entre las múltiples alternativas existentes.
Conceptualización vectorial
En esta categoría se incluyen aquellas definiciones que ponen énfasis en el componente energético, así como la direccionalidad y persistencia del comportamiento.
Categoría temporalmente restrictiva
Esta conceptualización incluye aquellas definiciones que se refieren a las influencias inmediatas sobre la dirección, intensidad y persistencia del comportamiento.
Categoría equilibradamente amplia
Estas definiciones ponen énfasis en la importancia de las múltiples características de la motivación para incluirlas en su definición.
Categoría descriptiva
Este tipo de definiciones ponen de relieve todos los aspectos que comprende la motivación, incluyendo causas y determinantes, tanto internos como externos del comportamiento.
Categoría escéptica
Esta categoría cuestiona la utilidad del concepto de motivación.



La psicología de la motivación se ha caracterizado tanto por la proliferación de los modelos teóricos explicativos, como por el déficit de las investigaciones experimentales proporcional a semejante cantidad y disparidad de teorías (Choliz, 2003). Los diferentes modelos teóricos que se han acercado a esta disciplina pueden agruparse en varías categorías u orientaciones en función de las variables a las que apelen en la explicación de estos procesos, de la metodología utilizada e incluso del objeto de estudio, o ámbito de aplicación a los que se refieran. Las orientaciones principales distinguen entre teorías fisiológicas, del aprendizaje, cognitivas o de la personalidad. La mayoría de los modelos teóricos se podrían clasificar en alguna de estas categorías, aunque bien es cierto que dentro de cada una de estas diferentes orientaciones globales se pueden establecer diferencias sustanciales respecto a los procesos a los que hace especial referencia cada teoría en concreto.
Hay que aclarar que en este capítulo no se pretende realizar una clasificación exhaustiva. Con esta exposición, tan sólo se trata de presentar someramente un panorama teórico de la psicología de la motivación, como marco de referencia.
A continuación se describen algunos de los autores más importantes, agrupados según la orientación que los caracteriza tanto por sus propias aportaciones, como por haber contribuido al estudio e investigación de alguna parcela de la motivación que, en algunos casos, ha llegado a crear un modelo teórico definido. Por último se indica el principio o concepto motivacional sobre el que inciden y sobre el cual han organizado los diferentes postulados.



Orientaciones Teóricas
Principales Autores
Principio Motivacional
Teorías Biológicas
Lorenz, Tinbergen, Eilbefeldt
•  Homeostasis.
•  Modelo Hidráulico (nivelo de energía e instigadores).
•  Instinto.
Duffy, Hebb, Humpheys y Revelle; Lindsley; Malmo, Yerkes, Dodson
- Homeostasis.
- Activación general.
Carlsson, Derryberry y Tucker; Eysenck; Gray; Lacey; Swerdlow y Koob.
- Homeostasis.
- Diferentes sistemas de activación (cortical, subcortical, Psicofisiológica.
McDougall
- Instinto.
Teorías basadas en la personalidad
Condry, Csikszentmihalyi; Deci; deCharms; Glucksberg; Leeper; Ryan.
- Motivación Intrínseca.
- Necesidad de competencia y control.
Adler, Allport; Cattell; Goldstein; Maslow; McClelland; Murray.
- Motivos de logro, poder, afiliación.
- Autorrealización.
- Necesidades Personales.
- Pulsión, erg
Freud; Horney; Jung.
- Energía Psíquica
- Pulsión
- Hedonismo.
Teorías Cognitivas
Atkinson; Bandura; Tolman, Lewin.
- Expectativa.
- Matriz de expectativa-valor
Brehm; Festinger; Newcomb; Rosenberg.
- Consistencia; Congruencia; Disonancia.
Azjen; Fishbein; Tolman.
- Propósito, Intención.
Heider; Kelley; Rotter; Weiner.
- Atribución de causalidad.
Milgram
- Conformidad.
Teorías Emocionales
Olds; Milher; Pfaffman; Young, Berlyne, Harlow.
- Hedonismo.
- Necesidad de estimulación.

Cuadro adaptado de Chóliz, 2003.

Teorías Biológicas de la Motivación
Los sistemas motivaciones en los que predominan las variables biológicas parten de la base de que la conducta es reactiva tanto a estímulos internos como externos, aunque principalmente ante estímulos provenientes del organismo.
El análisis de las variables biológicas es uno de los más relevantes en los sistemas motivacionales directamente implicados en la supervivencia del organismo y en los animales inferiores, en el mantenimiento de la especie. En estos tipos de motivación, tanto la dirección como la intensidad de la conducta motivada están directamente relacionadas con el estado de necesidad biológica generado por el organismo y con la reducción de dicha disfunción.
Las explicaciones biologicistas de la motivación se caracterizan por tener un planteamiento nomotético, mecánico, innatista, y el hecho de que la conducta es reactiva tanto a estímulos internos como externos, aunque principalmente ante estímulos que provienen del organismo.
Los principios biológicos más relevantes de la motivación son la homeostasis y la activación, los sistemas motivacionales más característicos son la sed, el hambre o el sueño, y algunas de las teorías más significativas son las de Lorenz, Tinbergen, Duffy, Malmo, o Derryberry y Tuker. A continuación se describen brevemente los dos principios biológicos fundamentales de la motivación.
Por homeostasis se entiende la propiedad de los seres vivos para mantener tanto las constantes biológicas, como las funciones fisiológicas dentro de los límites apropiados, a pesar de las alteraciones que puedan ejercer agentes externos o internos. La motivación así entendida se pone en funcionamiento cuando el valor de una determinada variable fisiológica, o psicológica, se altera considerablemente respecto a los niveles que son óptimos.
Por otro lado, el nivel de activación es una de las variables responsables tanto del inicio y mantenimiento de la conducta, como de la intensidad de la misma. La presencia de la conducta es un buen indicador de la existencia de la activación, si bien lo contrario puede no ser cierto. En psicología, la activación puede definirse como la energía de la conducta resultante de factores fisiológicos, cognitivos y conductuales, es el proceso que moviliza los recursos para que se produzca el comportamiento deseado. La activación no puede reducirse a uno sólo de éstos procesos, sino que involucra a los dintintos mecanismos que ponen en funcionamiento la ejecución conductual. La influencia de la activación se manifiesta tanto en el rendimiento, como en el estado emocional. Según Swerderlow y Koob (1987), habría dos sistemas de activación: uno de ellos estaría gobernado por el cortex cerebral, que sería responsable del rendimiento, mientras que el otro estaría gobernado por el sistema límbico, responsable del tono afectivo.
El nivel de activación influye en multitud de procesos psicológicos implicados en la motivación. Por ejemplo, entre las perspectivas teóricas más representativas de la activación está la que defiende que el rendimiento óptimo se produce cuando el nivel de activación es el apropiado, principio que agrupa a las denominadas teorías del nivel óptimo de activación. Esta teoría fue propuesta inicialmente por Yerkes y Dodson en 1908, la relación expresada en una curva en forma de U invertida entre activación y rendimiento, que ha inspirado a autores como Lindsley (1951), Hebb (1955), Malmo (1959) o Duffy (1972) en sus planteamientos teóricos respecto a la relación entre activación y diferentes procesos psicológicos.
Respecto a la relación entre activación y reacción afectiva, Berlyne (1967) puso de manifiesto que los niveles moderados de arousal (activación general del organismo) coinciden con estados emocionales placenteros, mientras que los niveles bajos de activación están relacionados con el aburrimiento y la agitación. Por otro lado, si la activación es excesiva las reacciones emocionales más frecuentes son las manifestaciones de estrés: tensión y malestar. Una de las implicaciones de este argumento es que los diferentes estados de activación que experimente el organismo harán que se busquen tareas más o menos activadoras, para llegar al punto de equilibrio.
Algunos de los estudios más conocidos acerca de la relación entre activación y estado emocional son las investigaciones clásicas sobre los efectos de la deprivación sensorial (véase estudios realizados originalmente por Bexton, Heron, Scott, 1954; Heron, 1957)
Por otro lado, según Eysenck (1967), es muy probable que el nivel de activación se encuentre en función de dos mecanismos cerebrales: el córtex cerebral (regulado por el SRA) y el sistema límbico. A partir de ahí, Gray (1971) describió tres sistemas comportamentales implicados en la activación emocional: aproximación conductual, lucha/huida e inhibición conductual, cada uno de ellos mediados por estructuras cerebrales específicas.


Teorías de la Motivación basas en la Personalidad

Un segundo grupo de teorías que abordan el análisis de la necesidad hace referencia a los factores individuales responsables de las diferencias interpersonales que se presentan tanto en los sistemas motivacionales como en las conductas asociadas. Se trata de variables personales que dan cuenta de la relativa diferencia en las manifestaciones comportamentales ante condiciones externas similares.
Los sistemas motivacionales en los que predominan las tendencias personales de acción se caracterizan por tener un planteamiento nomotético, cognitivo, fundamentalmente reactivo a estimulación interna y una explicación sobre la conducta de tipo adquirido, aunque los factores de predisposición innata jugarían un papel de extraordinaria relevancia en algunas orientaciones teóricas.
Algunos de los principios en los que se basan estas orientaciones son la necesidad de autorrealización, el motivo de logro, o la autodeterminación. Los modelos teóricos que siguen esta orientación se basan en trabajos de autores como Freud, Maslow, McClelland, o Murray, entre otros.
Una de las variables relevantes que tienen en cuenta estas teorías es el hecho de que en ocasiones la persona puede dedicarse a realizar una actividad con gran esfuerzo sin que obtenga en apariencia un beneficio por realizarla. A dicha explicación de este comportamiento de le ha denominado tradicionalmente como motivación intrínseca, que se puede definir como los factores que inducen a realizar ciertos comportamientos en ausencia de cualquier contingencia externa. La diferencia entre la motivación intrínseca y extrínseca se centra en que en ésta el incentivo es independiente de las características de la tarea, sin embargo, en la motivación intrínseca el incentivo es la propia ejecución del comportamiento. Para que el hecho de llevar a cabo una conducta sea el principal motor del comportamiento ésta debe de provocar una serie de consecuencias, principalmente motivacionales y emocionales, que impulsen a la ejecución. Para que una conducta adquiera propiedades de motivación intrínseca debe proporcionar sentimientos principalmente de competencia y autodeterminación.
Otro de los conceptos especialmente relevantes desde esta perspectiva es el de motivo, entendido como una disposición relativamente estable para ejecutar determinadas acciones.
Teorías Cognitivas de la Motivación

Las orientaciones cognitivas tienen como eje principal la importancia que posee la representación mental, presente, de un objeto o situación más o menos alejado en el tiempo sobre la conducta.
Las explicaciones cognitivas también se caracterizan por tener un planteamiento nomotético, cognitivo, adquirido, y reactivo tanto a estímulos internos como externos. Algunos de los principios fundamentales de esta perspectiva son la congruencia cognitiva, la atribución causal, la intencionalidad de la conducta y las expectativas de resultado.
De entre las teorías más significativas cabe destacar las de Atkinson, Brehm, Tolman y Weiner, entre otras. Los diferentes acercamientos cognitivos se agrupan en función de las variables sobre las que profundizan y se base el modelo explicativo de la motivación. Así se describen teorías basadas en la expectativa, en la congruencia o consistencia, en la atribución, modelos explicativos del propósito, intención conductual, etc.
Algunos de los constructos cognitivos implicados en la motivación y en la secuencia cognición-acción son los siguientes: los planes, las metas, la disonancia, los esquemas, las expectativas y las atribuciones. El enfoque cognitivo de la motivación centra su estudio en cómo la representación de un plan, meta etc., influye en los estados motivacionales y en la acción.


Teorías Emocionales de la Motivación

La motivación y la emoción están íntimamente relacionadas, ya que una de las dimensiones de cualquier sistema motivacional conlleva la afectiva.
Desde este punto de vista, hay diversos modelos teóricos de la motivación que han centrado la explicación de la misma en los aspectos emocionales. Según estos modelos la reacción afectiva puede explicar tanto el hecho de que se realice una conducta determinada sin que haya un estado de privación, o sin que haya un mecanismo autorregulador, como por ejemplo, entender las preferencias por algún tipo de incentivo.
Los acercamientos teóricos que se basan en la relevancia de las variables emocionales se caracterizan por su planteamiento idiográfico, cognitivo (aunque también mecánico), interno y adquirido, si bien en algunos casos la predisposición innata tiene un papel importante. El nivel de análisis es individual y fisiológico.
Algunos de los modelos teóricos característicos de esta orientación son los representados por autores como Berlyne, Delgado, Olds o Young.
Los principios fundamentales a los que apelan son el hedonismo y la activación , que vienen a representar las dos dimensiones ortogonales que caracterizan la emoción: dimensión de placer-displacer, y la de intensidad, respectivamente.
La activación da cuenta en gran medida de la dimensión de intensidad. Por otro lado, el componente afectivo de la necesidad, desde el punto de vista de las teorías emocionales de la motivación, es el valor hedónico conseguido por la ejecución de la conducta motivada, es decir, el placer o displacer que proporciona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario